Museo Nómada

El asistir al museo nómada en el zócalo de la ciudad de México, es en verdad una experiencia que solo se puede comparar con la grandiosidad e ingenio que tienen la fotografías que se pueden encontrar dentro del museo.
El estar dentro de una estructura tan alta y formada de bambú, hace que los asistentes al museo, se olviden en dónde fue montada dicha exposición, ya que el contraste de los colores del bambú con las fotografías que dentro del museo se exhiben hacen que los asistentes estén en pleno contacto con las fotografías, mismas que provocan en los asistentes, diferentes reacciones y sentimientos, ya que al ver diferentes animales conviviendo con personas adultas y con niños, se cree una atmósfera de asombro, ya que el ver éste tipo de imágenes y convivencia tan fuera de lo ordinario, hace que los asistentes tengan un sentido de asombro y de aprecio a la vida como a la naturaleza.
En general, y al platicar con algunos asistentes, existen sentimientos encontrados, debido a la majestuosidad de lo visto dentro del museo, ya que para algunos no es fácil asimilar lo que se vio dentro del mismo, existen algunas opiniones sobre la autenticidad del trabajo expuesto, así como algunos otros que salen en un estado de relajación y diciendo apreciar lo que se tiene y queriendo hacer un de su vida trabajos que van desde cambios por la tierra, tales como cuidar lo que se tiene o bien, ser un fotógrafo y lograr lo que Gregory expuso y que le tomó tanto tiempo crear.
Es así que, asistir a esta exposición, no solo se tiene la oportunidad de conocer y admirar un trabajo acerca de la naturaleza, ya que se puede salir del museo con una mentalidad pro naturaleza, de cambio personal o simplemente de aprecio por el medio y los cuidados que éste necesita para así, poder hacer algo, con lo que ese medio, nos siga dando lo necesario para poder existir de la manera que queramos siempre y cuando exista en dónde vivir ...